Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el vinilo es un material polivalente que se ha hecho un hueco en la publicidad gracias a su infinidad de aplicaciones. Sin embargo, el mundo del vinilo es muy amplio y puede resultar confuso para aquellos que se adentran en él por primera vez: quiero un vinilo pero… ¿qué clase de vinilo es el que realmente me conviene? Desde Plotea2 queremos mostraros dos de los tipos de vinilo más comunes en el mundo de la impresión, el vinilo de corte y el impreso, para así ayudaros a identificar cuál es el más adecuado en cada proyecto.
Vinilo de corte
El vinilo de corte es un film adhesivo que tiene un mismo color por ambas caras, lo que lo hace especialmente ideal para su colocación sobre superficies transparentes (escaparates, puertas,…). Su característica más llamativa es que viene troquelado con la forma deseada gracias a los plotters de corte, que automáticamente cortan el material siguiendo los trazos del diseño creado en programas de edición vectorial.
Este tipo de vinilo puede ser de cualquier color que esté disponible en el mercado, pero usado de forma individual; es decir, nuestro vinilo será todo de la misma tonalidad, sin admitir degradados. Si queremos usar distintos colores en nuestra composición vinílica tendremos que usar elementos extraídos de vinilos de corte distintos, cada uno con su color propio.
Como ventajas, los vinilos de corte suelen ser de mejor calidad que los impresos: la adherencia de su adhesivo es mayor y su acabado es mejor, obteniendo las figuras deseadas sin necesidad de usar pestañas transparentes a su alrededor. Además son aptos tanto para interior como para exterior, resultando muy resistentes a las inclemencias del tiempo y a la limpieza con cualquier producto. Como contrapartida, estos vinilos son generalmente más caros que los impresos y solo admiten un color en la misma película adhesiva.
Vinilo impreso
El vinilo impreso también es un film con una cara adhesiva, mientras que la otra (normalmente blanca) está preparada para la aplicación de tinta en su superficie. Esto significa que sobre él se puede imprimir sin limitaciones de color, con la posibilidad de crear degradados. Actualmente existen vinilos impresos cuya cara de impresión es también la adhesiva, algo muy útil cuando se necesita que su colocación sea en el interior de escaparates (para evitar el vandalismo por ejemplo).
La mayor ventaja de los vinilos impresos es que permiten una variedad de dibujos y diseños que no admiten los de corte, y además suelen ser más económicos. Sin embargo, es más fácil que se degraden y se pierdan sus colores, ya sea debido a la luz solar o por el uso de limpiadores demasiado agresivos.
Ahora que ya conoces las características de los vinilos de corte y los impresos te será mucho más fácil identificar cuál es el mejor en tu caso. Si todavía tienes dudas pregúntanos y te asesoraremos sin compromiso.