El cuidado del medioambiente y la sostenibilidad son valores a los que cada vez se unen más personas y empresas. El sector de la impresión también es consciente de esta realidad, por eso desde hace algunos años ha puesto el foco en el desarrollo de tecnologías más innovadoras y respetuosas con el entorno. Y uno de los puntos fundamentales para seguir avanzando hacia este objetivo es la apuesta por las tintas ecológicas, de las cuales os hablaremos hoy.
¿Qué son las tintas ecológicas?
Las tintas convencionales están fabricadas a partir de materias primas de origen mineral, como el petróleo, el plástico y otros de sus derivados, además de otros productos químicos. Aunque estas tintas ofrecen buenos resultados de impresión, sus compuestos resultan muy perjudiciales con el medioambiente, por lo que el interés por crear alternativas más sostenibles no ha dejado de crecer en los últimos años.
El resultado de todo ese esfuerzo de investigación son las tintas ecológicas, también conocidas como tintas verdes, que buscan ofrecer los mismos resultados pero sin comprometer la salud de nuestro planeta. Estas tintas ecológicas se diferencian de las tradicionales fundamentalmente en dos aspectos:
– Mínima cantidad de COVs. Los compuestos orgánicos volátiles (más conocidos como COVs) son sustancias químicas que implican altos costes medioambientales. En una tinta ecológica se intenta minimizar su presencia a la mínima expresión, o incluso lograr prescindir de ellos.
– Compuestos de origen vegetal. El petróleo y sus derivados, presentes en las tintas convencionales, son muy dañinos para el planeta, por eso en las tintas ecológica se intenta substituirlos por otros de origen vegetal, como la soja, el maíz y otros vegetales. Estos materiales son mucho más sostenibles tanto en su producción como en su reciclado.
Por qué apostar por las tintas ecológicas
Las tintas verdes cuentan con un gran número de ventajas respecto a las convencionales que pueden hacer que nos decantemos más fácilmente por ellas. Algunas de las más importantes son:
- Bajo impacto medioambiental. La producción, uso y posterior desechado de las tintas ecológicas tiene un impacto sobre el entorno infinitamente inferior a las tintas de base mineral. Elegirlas implica una reducción notable de la contaminación y del consumo de recursos no renovables, además de una clara apuesta por la sostenibilidad.
- Misma calidad (o superior). Hace años, cuando la investigación sobre tintas ecológicas estaba empezando, la calidad de impresión podía verse un poco comprometida. Afortunadamente, en la actualidad contamos con soluciones sostenibles que ofrecen unos resultados increíbles en cuanto a colores, brillo y calidad de las gráficas, que en muchas ocasiones incluso supera a las tintas tradicionales.
- Homologación. Una de las ventajas más notorias de las tintas ecológicas es que están homologadas, es decir, que cuentan con el respaldo de prestigiosas instituciones que garantizan sus propiedades respetuosas con el medio, su alto nivel de seguridad y su calidad.
- Mayor seguridad para las personas. Debido a su fabricación a partir de sustancias químicas, las tintas convencionales pueden suponer algunos riesgos para las personas que están en contacto con ellas si no se toman precauciones, sobre todo por el tema de los COVs. Esto no ocurre en el caso de las ecológicas, lo que las hace más seguras tanto para las personas encargadas de su manipulación como para aquellas que van a estar en contacto con ellas de algún modo (por ejemplo, para impresiones situadas en espacios públicos como guarderías, hospitales…).
- Sin olores desagradables. Las tintas tradicionales suelen tener un olor muy fuerte debido a sus componentes químicos, cosa que no ocurre con las ecológicas. Esta característica las hace perfectas para su uso en impresiones situadas en espacios cerrados.
Como ves, las tintas ecológicas tienen mucho que ofrecerte. Si estás pensando en apostar por este producto para tus próximos proyectos de impresión, en Plotea2 contamos con diversos tipos de tintas sostenibles, homologadas y de alta calidad. ¡Pregúntanos!